Santuario de Nuestra Señora de Aguasantas
HISTORIA
La iglesia, de origen medieval, experimentó notables transformaciones en las eras moderna y contemporánea. En 1613, se llevaron a cabo importantes labores de restauración que involucraron la reparación de las paredes y la fundición de nuevas campanas. Si bien no existe documentación específica, se presume que en esta misma época se erigió la hermosa crucería de la capilla mayor, cuya nervadura recuerda a la Basílica de Santa María de Pontevedra.
En la visita eclesiástica de 1652, el visitador manifiesta que es muy buena iglesia y esta muy bien compuesta.
Avanzando en el tiempo, en 1670 se erigió el muro que rodea el atrio, y en 1716 se realizó un pago a Pedro Serrapio por la construcción de la sacristía y la apertura de la puerta que conecta con la capilla mayor, además del refuerzo de los estribos, un desembolso de 3.000 reales. En 1728, se continuaron las mejoras con la construcción de las dos capillas colaterales del altar, que implicaron un gasto de 3.800 reales. En 1735, se erigió la majestuosa capilla mayor y el arco de la iglesia, seguidos dos años después por la construcción de la capilla de la Soledad, con un costo de 11.036 reales. En la puerta lateral del crucero, en el lado de la epístola, se halla una inscripción que data de 1736.
El año 1751 marcó el inicio de la edificación del campanario a manos de Pedro Cerviño, una empresa que se extendió en el tiempo y requirió años para su culminación. En 1766, los hábiles escultores pontevedreses Ignacio Couto y Julio Ricoi inmortalizaron los retablos de Nuestra Señora, San Miguel, San Benito y San Antonio, con un costo de 3.050 reales.
Los años 1773-1774 vieron la culminación de las paredes de la nave, la fachada y la torre, que quedó registrada con fecha de 1795 y un costo de 11.176 reales. En 1826 se erigió el calvario en el atrio.
En 1851, según se evidencia en un epígrafe y documentos históricos, Antonio Cerviño de Peroselo concluyó la bóveda de la nave con una inversión de 3.232 reales. En 1868, un rayo derribó parte de la torre, y en 1870, Xosé Cerviño, conocido como Pepe da Pena, dio vida al espléndido retablo de Santa Bárbara.
ARQUITECTURA Y ARTE RELIGIOSO
El actual edificio del santuario, construido sobre una estructura medieval previa, inició su edificación en el siglo XVI, adoptando el estilo plateresco de la época. En sus muros, se preserva hasta el día de hoy una venerada imagen de la Virgen de los Dolores de esa era.
Sin embargo, la mayor parte de la estructura que contemplamos en la actualidad data del siglo XVIII, tal como se indica en su portada. Esta se caracteriza por un arco de medio punto rebajado, exquisitamente ornamentado con molduras y una leyenda que ostenta la fecha 1733.
El conjunto arquitectónico está flanqueado por columnas perfectamente integradas en las paredes, con capiteles y basas decorativos. Un ornamentado campanario de cuatro cuerpos adorna la estructura, adornado con importantes cornisas, imponentes gárgolas, pilastras adosadas, fajeados con placas decorativas y un gran escudo de armas en su costado, que también funciona como reloj de sol.
Uno de los rasgos más notables de este santuario es su cimborrio, adornado con pilastras en las esquinas que culminan en gárgolas con rostros humanos. Sobre estas, se alzan majestuosamente el pináculo y la cúpula, sustentados por cuatro elegantes volutas.
Este santuario, con una planta en forma de cruz latina, presenta muros laterales lisos y una entrada en el lado sur que se distingue por un arco semicircular decorado con intrincados detalles y una capilla lateral que cuenta con una bóveda de crucería de una clave y una puerta de acceso a la iglesia. El lateral norte es similar al anteriormente descrito, con la particularidad de que la capilla lateral se encuentra adyacente a la sacristía formando una estructura unificada, y la puerta lateral de la nave presenta un escudo en la parte superior. La capilla mayor, también con bóveda de crucería, exhibe un estilo que combina elementos del gótico tardío, incluyendo nervaduras curvilíneas de singular belleza.
Además, en el muro que cierra el atrio, varias cruces y crucifijos forman un impresionante "Viacrucis", realzando la esencia espiritual y artística de este lugar sagrado. El atrio es generosamente espacioso y lo rodea la instalación canónica del Santo Vía Crucis. Al lado norte del atrio se encuentra la hermosa fuente de Nuestra Señora, que suministra abundante agua desde el manantial ubicado debajo del altar mayor del Santuario a través de dos gruesos caños.
En la Iglesia, se encuentran seis altares, dos de los cuales, uno dedicado a la Virgen del Carmen y otro a la Virgen de la Soledad, aunque antiguos, destacan por su singular mérito artístico. Además, no pasan desapercibidos los angelotes que se encuentran en el altarde la Soledad, portando los instrumentos de la Pasión de Salvador.
El altar mayor, de factura más reciente y de destacada escultura de estilo Corintio, fue erigido en el año 1818 y tuvo un coste de 6,213 reales. En su camarín central se ubica la venerada imagen de la Virgen, en un pedestal, con tres columnas a cada lado, que dividen el camarín de San Benito a la derecha y el de San Miguel a la izquierda. En la parte superior del altar, se distingue un gran medallón, sobre el cual se encuentra la imagen en medio relieve de la Asunción de la Santísima Virgen, la patrona de la parroquia. La Virgen aparece sobre una nube con los brazos abiertos y los ojos elevados al cielo, mientras sobre su cabeza, el Espíritu Santo, dentro de un círculo de nubes, irradia brillantes rayos.
El 4 de Septiembre de 1926, un devastador incendio asoló el santuario, causando la pérdida de las veneradas imágenes de Nuestra Señora y Santa Teresa, así como el retablo que honraba al Sagrado Corazón de Jesús.
Más tarde, en 1959, un cortocircuito desencadenó otro incendio en la sacristía. Este trágico evento resultó en la destrucción de todas las vestiduras y ornamentos de la Virgen, así como la pérdida de valiosos tesoros históricos que sucumbieron a las llamas. No obstante, en un notable acto de solidaridad, la comunidad de Aguasantas logró recaudar más de cien mil pesetas en menos de tres meses para reponer lo que se había perdido.
CÓMO LLEGAR
Dirección:
O Igrexario
36854 Cerdedo-Cotobade
Pontevedra
Coordenadas Geográficas:
Latitud: 42º 25' 17.3" N
Longitud: 8º 27' 21.0" W